Arquitectura integrada
Arquitectura integrada, surge de la búsqueda personal de fusionar siempre aspectos en mi vida, mi carrera y mi hobby, mi pasado y pre sente, mis “puede ser” con mis “así será”, mi rutina con mis ganas de ser turista.
Por lo que pensé en seguir uniendo, esta vez a lo conocido para mí con lo desconocido: Lo conocido siendo la arquitectura que está presente como protagonista en mi vida desde hace ya 10 años y lo desconocido del ballet como estilo de vida. No encontré mejor manera de seguir reflejando mis dualidades y la armonía entre ellas que fo tografiando arquitectura y usar el cuerpo como manera de expresión.
¿Cómo nos integramos entonces? ¿Somos nosotros los que nos sumamos a la arquitectura? ¿O la arquitectura se sumó a nuestras vidas? Am bos nos necesitamos constantemente, en la misma medida, nosotros para existir, convivir, aparecer y desparecer, ella para nacer y morir; nacer desde una pequeña idea y morir para transformarse en escombros, en un lugar vacío, en un buen recuerdo, capaz un elemento protagonis ta en nuestras vidas, como aquella iglesia donde te casaste, o aquel edificio de oficinas donde pasaste la mayor parte de tu vida, o ese hogar calientito que te hacía sentir seguro, o capaz ese arco que veías en carretera y significaba que habías llegado a tu ciudad, tal vez ese edificio fue el que viste por primera vez hace 10 años y di jiste “Quiero ser arquitecto”.
Pero ¿Cómo se une lo fijo y lo variable? ¿Lo estático con lo dinámico? ¿Que será lo fijo y que será lo variable? ¿Será lo fijo el edificio que tengo al frente de mi cámara? Que cambia su aspecto según los minutos pasan y como sol lo toque ¿O será lo fijo la modelo que aguanta un poco la respiración para mantener la pose perfecta que necesitamos? ¿Será lo fijo el edificio que veo todos los días camino al trabajo? Ese que en algún momento puede ser demolido, que se de teriora todos los días, que internamente sufre cambios que no vemos, que su dinámica es tan cambiante como las estaciones y sus usuarios. O seré yo ese elemento fijo en la ciudad, en la cotidianidad y la ru tina, que traza el mismo recorrido todos los días. ¿Seré yo lo vari able? que cambio de adentro a afuera, que es casi el mismo cambio que puede tener una buena arquitectura, ser versátil según la necesidad, según su usuario que al final somos nosotros mismos. Al final lo variable de nuestra vida altera lo fijo de la arquitectu ra, somos al final uno solo.
La integración en estas fotos solo son un reflejo de mi inte gración, con una nueva ciudad, con un nuevo entorno, de mi pasado y presente, de mi “pudo haber sido” con mis “así fue”, de mi pasión por la fotografía con mi amor por la arquitectura.